Hagamos que la transición hacia una economía sostenible y centrada en las personas finalmente suceda
Carta abierta a quienes participan en la Cumbre CELAC-UE. Las redes católicas de Justicia y Paz de la Patria Grande, que agrupa a 14 comisiones y equipos que trabajan por la Justicia y la Paz en las naciones de América Latina y el Caribe, y Justicia y Paz Europa, que agrupa a 32 comisiones nacionales europeas de Justicia y Paz, hacen un llamamiento a la próxima Cumbre CELAC-UE de Jefes de Estado y de Gobierno (Bruselas, 17 y 18 de julio de 2023) a fin de acordar los pasos necesarios para una transición hacia una economía sostenible y centrada en las personas. Esto requerirá, sobre todo, iniciar procesos de transformación de los sistemas de producción, comercialización y consumo que afectan los bienes naturales y las personas, especialmente las comunidades indígenas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe (ALyC).
En el contexto de la situación geopolítica actual y con vistas a cumplir los objetivos climáticos globales, la Unión Europea ha anunciado recientemente un conjunto de acciones para "garantizar el acceso a un suministro seguro, diversificado, asequible y sostenible de materias primas críticas". En este sentido, la UE ha declarado fomentar alianzas globales sobre materias primas, con vistas a mitigar los riesgos de la cadena de suministro, reducir las dependencias estratégicas y mejorar su resiliencia energética y económica. Sin embargo, la mayor demanda europea de materias primas conducirá inevitablemente a más desarrollo minero y extractivismo en los países de ALyC. Según una propuesta reciente para una Nueva Agenda de Cooperación con América Latina y el Caribe, la UE pretende buscar "asociaciones mutuamente beneficiosas" con "altos estándares sociales, ambientales y de gobernanza", sin proporcionar, pese a ello, detalles concretos sobre cómo estos estándares serían diseñados, salvaguardados y eventualmente aplicados. En el contexto de una mayor dependencia del sector privado en una serie de áreas de política, incluida la minería y la extracción de materias primas, la UE también se encuentra actualmente en el proceso de negociación de una Directiva de Diligencia Debida de las Empresas en materia de Sostenibilidad muy necesaria y esperada desde hace mucho tiempo con la que mitigar los riesgos corporativos y proporcionar a las víctimas de abusos contra los derechos humanos y el medio ambiente relacionados con las empresas acceso a una reparación efectiva. También se puede extraer una orientación importante de los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos de las Naciones Unidas.
Las asociaciones sobre materias primas y procesos de una "transición verde justa" solo serán genuinamente "mutuamente beneficiosas", si siguen la premisa de la ecología integral y tienen en cuenta todos los aspectos ambientales, sociales, económicos, humanos y culturales relacionados. Además del reconocimiento de injusticias pasadas que, lamentablemente, en ciertas formas siguen perpetuando desequilibrios y desigualdades en las relaciones UE-ALyC, esto también implica escuchar las experiencias de las comunidades locales afectadas por la minería y el extractivismo en los países socios.
Las siguientes observaciones y recomendaciones se basan en una cuidadosa escucha mutua y diálogo entre las Comisiones de Justicia y Paz en los países de ALyC y en Europa:
En primer lugar, solicitamos a quienes participan en la Cumbre que presten especial atención a las siguientes áreas de producción que implican altos riesgos para las comunidades locales y su entorno:
a) minería a cielo abierto, con voladuras de suelos y rocas y posteriores procesos de lixiviación con sustancias químicas que contaminan suelos y ríos;
b) obtención de carbonato de litio mediante la perforación de salares en humedales de altura, extrayendo la salmuera para evaporarla en grandes piscinas para luego producir carbonato de litio;
c) la extracción de combustibles fósiles, en particular la que se realiza en el mar y a través del fracking
d) producción agrícola mediante el uso intensivo de agroquímicos, deforestación e invasión de humedales y producción ganadera intensiva con antivirales y antibióticos.
Nuestra petición en estas áreas es establecer plazos y metas claras para la transformación de estos sistemas de producción y extracción, con miras a reducir gradualmente el uso de tecnologías y sustancias agresivas o contaminantes que afectan a las personas, el suelo, el agua y el aire. En el lado europeo, esto también debería incluir una reflexión sobre la sostenibilidad de nuestros patrones de consumo y promover la investigación pertinente que conduzca a propuestas concretas sobre cómo disminuir la demanda europea de materias primas. Al mismo 3empo, los países de la UE y ALC deben participar de forma conjunta en procesos multilaterales que busquen un enfoque global de estas transformaciones.
En segundo lugar, solicitamos que las conclusiones de la Cumbre urjan a la CELAC y a los Estados miembros de la UE a convocar y coordinar diálogos con actores económicos, sociales y científicos para establecer los parámetros y referentes de estos procesos de transformación. Estos diálogos deben ser seguidos por la implementación de políticas públicas pertinentes, comunes y compartidas por todas las naciones que integran la UE y la CELAC.
En tercer lugar, instamos a los participantes de la Cumbre, tanto de la UE como de la CELAC, a que reconozcan la necesidad de comprometerse fuerte y concretamente con las políticas de debida diligencia y con el Código de Conducta que las empresas deberán establecer en línea con la próxima Directiva de Diligencia Debida de las Empresas en materia de Sostenibilidad de la UE; éstas deben considerarse obligaciones legales asumidas unilateralmente por las empresas y exigibles ante el poder judicial de cualquier país en el que operen las empresas. En este sentido, también abogamos por que el procedimiento de denuncia de incumplimientos de las obligaciones de diligencia debida por parte de las empresas en materia de derechos humanos y cuidado del medio ambiente establecido en la futura Directiva aprobada por el Parlamento Europeo, sea accesible a cualquier persona, grupo de personas u organización pública o privada en cualquier parte del mundo.
Finalmente, dado que:
a) la deuda externa de los países de América Latina y el Caribe aumenta muchas veces la presión sobre los gobiernos de ALC para aceptar acuerdos de extracción y producción de minerales, alimentos y combus3bles fósiles para la exportación y para la obtención de divisas para hacer frente a las obligaciones de pago por esta deuda, y
b) esta situación es un serio obstáculo para llevar a cabo los procesos de transformación de los sistemas productivos y su financiamiento, las redes de Justicia y Paz de la Patria Grande de América Latina y el Caribe y de Europa solicitan a quienes participan en la Cumbre una declaración sobre la urgente necesidad de
reducir significativamente la deuda externa de las naciones de ALC, con el compromiso simultáneo de los miembros de la CELAC de aplicar los reducidos importes de la deuda al proceso de transformación de los sistemas de extracción y producción de bienes y alimentos.
12 de julio
Justicia y Paz en la Patria Grande es una red en formación que integra a 14 países de América Latina
y el Caribe.
Justicia y Paz Europa es una red de 32 comisiones nacionales de Justicia y Paz encargadas por sus
Conferencias Episcopales para pronunciarse sobre la la erradicación de la pobreza y a favor de los derechos
humanos, la paz, la reconciliación, el desarrollo y el cuidado de la creación.