Consejo de Europa - Declaración Reikiavik
Los Estados miembros del Consejo de Europa se reunieron en una importante cumbre en Reikiavik los días 16 y 17 de mayo de 2023, en un contexto marcado por el retorno de la guerra a Europa y la expulsión de Rusia de la organización. La declaración de los Estados miembros publicada a continuación es una declaración de refundación y orientación.
El texto muestra un firme compromiso con los valores defendidos por el Consejo de Europa desde su fundación: los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho. El Convenio Europeo de Derechos Humanos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos constituyen el núcleo del sistema de protección de los derechos humanos en Europa, complementado por la Carta Social Europea.
En relación con la guerra en Ucrania (§9 a 17), los Estados miembros del Consejo de Europa plantearon claramente la cuestión de los daños y las responsabilidades penales y financieras de Rusia y sus gobernantes. También abordaron (§14) la cuestión de los desplazamientos forzosos de población y, en particular, la deportación de menores ucranianos. En este sentido, el Consejo coincide con las posiciones de otros organismos internacionales: la UE, la ONU y el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).
Tomamos nota con interés del apartado 24, que considera que la justicia social es esencial para la estabilidad y la seguridad democrática, y reafirma el pleno compromiso de los Estados miembros con la protección y la aplicación de los derechos sociales garantizados por el sistema de la Carta Social Europea. Se subraya así la importancia de los derechos sociales como derechos fundamentales, en línea con lo recomendado por la Conferencia de OING previa a la Cumbre.
Del mismo modo, se hacen propuestas interesantes en relación con el medioambiente (§28 y anexo V), subrayando que también se tocan los derechos fundamentales en este ámbito, y necesariamente que "todo está vinculado" y es interdependiente.
Los apartados 27 al 33 destacan una serie de cuestiones, desde la inteligencia artificial hasta la igualdad de género. Sin embargo, cabe señalar que se presta poca atención a los derechos de las personas migrantes. Este sigue siendo un punto débil para el Consejo de Europa, en un momento en que los derechos fundamentales de las personas migrantes y extranjeras en el continente europeo son ampliamente despreciados.
Esto nos recuerda que, aunque las declaraciones son importantes, la aplicación es clave.Cecile Dubernet y Jean-Bernard Marie, Justicia y Paz Europa