El Secretario General de la ONU pide a los Estados que adopten un tratado legal para prohibir y regular los sistemas de armas autónomos para 2026
La
Comisión General de Justicia y Paz se unió a través de la firma a la Campaña Stop Killer Robots para hacer un llamamiento a
los líderes gubernamentales de todo el mundo a fin de negociar una nueva ley
internacional vinculante sobre la autonomía de los sistemas de armas, que
garantice el control humano en el uso de la fuerza y prohíba las máquinas cuyo
blanco son las personas y que nos reducen a objetos, datos y estereotipos.
La nueva agenda para la paz, liberada hoy por el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha emitido un llamado urgente a los estados para que adopten un tratado legal para prohibir y regular los sistemas de armas autónomos para 2026. Este plazo es un reconocimiento crucial de que las nuevas tecnologías plantean preocupaciones humanitarias, legales, de seguridad y éticas fundamentales que amenazan directamente los derechos humanos y las libertades fundamentales.
A Nueva Agenda para la Paz se basa en las propuestas establecidas por el Secretario General en su informe de 2021 Nuestra agenda común, y está destinado a proporcionar insumos para los preparativos de la "Cumbre para el Futuro" de las Naciones Unidas que se llevará a cabo en 2024. El Nueva Agenda para la Paz y sus "recomendaciones orientadas a la acción" son presentadas por el Secretario General, pero vienen después de una serie de consultas con los Estados miembros y las organizaciones regionales; sociedad civil; y el sistema de las Naciones Unidas.
Además de las consultas en persona celebradas por la Secretaría y los compromisos grupales y bilaterales informales, treinta y tres Estados Miembros individuales de todos los grupos regionales aportaciones escritas enviadas, con Austria, Bélgica, China, Francia, Japón, Kenia, Noruega, Portugal, Qatar, la Federación Rusa y Suiza planteando específicamente sistemas de armas autónomos o aplicaciones militares de inteligencia artificial y tecnologías emergentes en sus presentaciones.
Respondiendo al llamado abierto a la sociedad civil para contribuir a Una nueva agenda para la paz, el Detener el envío de Killer Robots recomendó que el informe "deje en claro la necesidad urgente de un instrumento legalmente vinculante sobre el desarrollo y uso de sistemas de armas autónomos para garantizar un control humano significativo sobre el uso de la fuerza y salvaguardar contra los graves riesgos que estas armas representan para toda la humanidad".
Es verdad que la Una nueva agenda para la paz ha reconocido claramente "los peligros de convertir en armas las tecnologías nuevas y emergentes" y su potencial para "revolucionar la dinámica de los conflictos en un futuro no muy lejano". Una de las doce recomendaciones para la acción en el informe, 'Acción 11: Prevenir la militarización de dominios emergentes y promover la innovación responsable', considera el potencial transformador de las tecnologías emergentes en conflictos y guerras, la amenaza de su uso por parte de actores no estatales y los riesgos que plantean para los derechos humanos debido a problemas de "precisión, confiabilidad, control humano y datos y sesgo algorítmico".
Reforzando y fortaleciendo los llamados a la acción anteriores del Secretario General sobre robots asesinos, Una Nueva Agenda Paz proporciona recomendaciones específicas sobre la "prohibición de los sistemas de armas autónomos letales", señalando que "en ausencia de regulaciones multilaterales específicas, el diseño, desarrollo y uso de estos sistemas plantean preocupaciones humanitarias, legales, de seguridad y éticas y representan una amenaza directa a los derechos humanos y las libertades fundamentales".
Las máquinas con el poder y la discreción para quitar vidas sin la participación humana son moralmente repugnantes y políticamente inaceptables y deberían estar prohibidas por el derecho internacional.
Acogemos con beneplácito la recomendación clara y enérgica del Secretario General de que, sobre la base de los avances logrados en las negociaciones multilaterales, los Estados miembros deberían "concluir, para 2026, un instrumento jurídicamente vinculante para prohibir los sistemas de armas autónomos letales que funcionan sin control ni supervisión humanos, y que no pueden utilizarse de conformidad con el derecho internacional humanitario, y para regular todos los demás tipos de sistemas de armas autónomos".
El cronograma de acción sin precedentes del Secretario General se produce en medio de crecientes informes sobre el uso de sistemas de armas con niveles preocupantes de autonomía en conflicto. El informe señala que los avances en las tecnologías de inteligencia artificial, incluidas las relacionadas con los sistemas de armas, están "exponiendo la insuficiencia de los marcos de gobernanza existentes". Alguno 90 estados han pedido hasta ahora un instrumento legal sobre armas autónomas, pero las discusiones para adoptar tal instrumento han sido bloqueadas hasta ahora por una minoría de estados militarizados que están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de armas autónomas.
Una nueva agenda para la paz proporciona un claro llamado a los estados para que superen el punto muerto procesal y demuestren un compromiso con la acción, para nosotros y las generaciones futuras.
Fuente: Stop Killer Robots