La nueva doctrina rusa aumenta los posibles escenarios de uso de armas nucleares
Las recientes señales nucleares de Rusia en el contexto de su actual invasión de Ucrania demuestran la amenaza siempre presente de una escalada nuclear mientras existan armas nucleares.
El 19 de noviembre, Rusia adoptó oficialmente una nueva doctrina sobre armas nucleares anunciada en septiembre. La nueva política establece que Rusia podría lanzar armas nucleares en respuesta a un ataque contra su territorio por parte de un Estado sin armas nucleares respaldado por otro con armas nucleares. Aunque los expertos debaten sobre la novedad de la doctrina, dadas proclamas similares en el pasado, es importante tomarse en serio la amenaza nuclear y la intención de escalada que hay detrás de ella.
Apenas dos días después, el 21 de noviembre, tras un cambio en la política estadounidense que permitía a Ucrania lanzar misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos dentro de Rusia, las agencias de noticias informaron de que las Fuerzas Aéreas ucranianas afirmaron que Rusia había lanzado un misil balístico intercontinental contra la ciudad ucraniana de Dnipro.
Algunos expertos dudan de que se disparara un misil balístico intercontinental. Pero sea como fuere, esto demuestra el riesgo de escalada en un mundo con armas nucleares. El lanzamiento inesperado de un misil con capacidad nuclear, incluso sin cabeza nuclear, puede confundirse o malinterpretarse en la niebla de la guerra y provocar una escalada inadvertida. Falsas alarmas anteriores han estado a punto de desencadenar guerras nucleares.
Melissa Parke, directora ejecutiva de la ICAN, declaró: «Mientras existan armas nucleares, también existirá el riesgo de una guerra nuclear. Los errores pueden conducir rápidamente a una escalada que desemboque en un intercambio nuclear catastrófico. El silencio o la ambivalencia corren el riesgo de normalizar este comportamiento temerario. Todos los países deben adherirse sin demora al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares».
La mayoría de los países del mundo han optado por rechazar las armas nucleares adhiriéndose al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN), el único tratado internacional que prohíbe todas las actividades relacionadas con las armas nucleares, incluida la amenaza de uso y el uso de armas nucleares. Los miembros del Tratado condenan repetida e inequívocamente todas las amenazas nucleares.