La pobreza: una violación de los Derechos Humanos

11.10.2024

El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se conmemora el 17 de octubre de cada año, se originó en 1987 cuando una concentración masiva en París proclamó la pobreza como una violación de los derechos humanos. Posteriormente, Naciones Unidas reconoció oficialmente este día como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza en 1992.

Tristemente los datos no nos dan mucha esperanza en el objetivo de este día, la lucha contra la pobreza y la promoción de los derechos humanos:

  • Alrededor de 700 millones de personas viven con menos de USD 2,15 al día (la línea de pobreza extrema).
  • La pobreza extrema sigue concentrada en partes de África subsahariana, zonas frágiles y afectadas por conflictos, y áreas rurales.
  • En 2022, un total de 712 millones de personas vivían en la pobreza extrema en todo el mundo, un aumento de 23 millones en comparación con 2019.
  • El cambio climático está obstaculizando la reducción de la pobreza y representa una gran amenaza para el futuro.
  • El Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin a la pobreza extrema para 2030 sigue siendo inalcanzable.

En concreto en España, según el Informe FOESSA 2022, aproximadamente el 21,3% de la población española vive en situación de exclusión social. Esto se desglosa en:

  • 9% en una situación de exclusión moderada
  • 12,3% en una situación de exclusión severa

Como Naciones Unidas nos recuerda en el objetivo 1 de los ODS "Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo" [1]: Si persisten los patrones actuales, se estima que el 7 % de la población mundial (aproximadamente 575 millones de personas) aún podría encontrarse atrapada en la pobreza extrema para 2030, con una concentración significativa en el África subsahariana. Una revelación alarmante es el resurgimiento de los niveles de hambre a los registrados por última vez en 2005. Igualmente, preocupante es el aumento persistente de los precios de los alimentos en un mayor número de países en comparación con el período de 2015 a 2019. Este doble problema de la pobreza y la seguridad alimentaria plantea una grave preocupación mundial.

El tema que Naciones Unidas nos propone para este año es: "Poner fin al maltrato social e institucional: Actuar juntos por sociedades justas, pacíficas e inclusivas" [2].

Iba a comenzar ahora una reflexión personal sobre este tema, pero me parece más adecuado extraer algunas ideas de la nota explicativa del Comité Internacional para este día que ha elaborado en una consulta con el Fondo por un mundo sin miseria[3]:

La pobreza tiene muchas dimensiones, algunas visibles y otras ocultas, pero todas interconectadas. El tema del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza pone de relieve una de las dimensiones ocultas de la pobreza, a saber, el abuso social e institucional que sufren las personas en situación de pobreza, y considera formas de actuar juntos para promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas, en consonancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16.

Las personas en situación de pobreza se enfrentan a actitudes negativas. Se les estigmatiza, discrimina, juzga por su aspecto, acento, dirección (o falta de dirección), se les culpa de su situación y se les trata con falta de respeto. El maltrato social crea un marco propicio para el maltrato institucional, con una combinación de actitudes negativas (desconfianza, falta de respeto) y políticas y prácticas discriminatorias, que privan a las personas de sus derechos humanos fundamentales (por ejemplo, al acceso a la atención sanitaria, la educación, la vivienda y el derecho a una identidad legal). Al diseñar las políticas, las instituciones tienden a reflejar y amplificar las actitudes y prácticas discriminatorias en lugar de cuestionarlas.

La pobreza persiste en países muy desarrollados a pesar de décadas de programas de protección social. Incluso allí, se sigue culpando no a las políticas y prácticas mal concebidas e inadecuadas, sino a las personas en situación de pobreza. Para ellas, las interacciones con las instituciones suelen caracterizarse por el juicio, la sumisión, la obediencia y el control. Se sienten rechazadas, inadecuadas o humilladas. Y cuando intentan salir de la pobreza, no pueden acceder al apoyo que necesitan, o se lo niegan las mismas instituciones responsables de su empoderamiento.

El maltrato social y el maltrato institucional interactúan y se amplifican mutuamente, alimentando esta violencia de doble filo que exacerba la injusticia.

Para combatirla eficazmente, es esencial comprender la pobreza y cómo las distintas formas de violencia y dominación interactúan y afectan a las personas en situación de pobreza. Las personas en situación de pobreza se enfrentan a elecciones limitantes sumamente difíciles y no tienen voz en las decisiones que toman las autoridades.

Vivir en la pobreza es ser ignorado, excluido y explotado, experimentar un intenso sufrimiento físico, mental y emocional, y tener una sensación permanente de inseguridad, miedo y desesperación.

Debido a actitudes y prácticas discriminatorias profundamente arraigadas, las personas en situación de pobreza también se sienten desesperanzadas e indefensas. El maltrato social e institucional es una pérdida catastrófica de potencial humano para la sociedad.

Actuar juntos por sociedades justas, pacíficas e integradoras

El ODM 16 pretende construir sociedades pacíficas e inclusivas que garanticen el acceso a la justicia para todos y establezcan instituciones eficaces, responsables y abiertas a todos los niveles. En todo el mundo, los ciudadanos deben ser liberados del miedo a todas las formas de violencia, incluida la persistente violencia de la pobreza. Sólo podremos liberarnos de la violencia de la pobreza si los debates y las acciones para erradicarla dejan de llevarse a cabo sin contar con las personas más directamente afectadas.

Las personas con experiencia de primera mano deben participar plenamente en el desarrollo de las políticas de principio a fin. Deben participar de manera significativa en el diseño, la aplicación y la evaluación de estrategias contra la pobreza que aborden eficazmente las dimensiones visibles y ocultas de la pobreza.

Actuar con firmeza en favor de sociedades justas, pacíficas e integradoras incluye:

  • crear las condiciones para que las personas con experiencia de la pobreza puedan compartir sus conocimientos y hacer que se reconozcan y valoren;
  • apoyar acciones que permitan a las personas en situación de pobreza recuperar su confianza y su capacidad de acción;
  • reconocer las contribuciones que las personas en situación de pobreza aportan a la sociedad y su inestimable experiencia de las políticas y prácticas relacionadas con la pobreza.

Para remediar nuestro fracaso colectivo en la lucha contra la pobreza, pedimos a todos que den estos pasos firmes y actúen juntos para promover instituciones eficaces, responsables e inclusivas que respondan de forma adecuada y respetuosa a las necesidades de los más excluidos.

Emilio López Salas
Representante de Cáritas Española en la CGJP

[1] Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo

[2] International Day for the Eradication of Poverty, 17 October 2024.

[3] Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza 2024. Acabar con los maltratos sociales e institucionales. Actuar juntos por sociedades justas, pacíficas e inclusivas. Nota explicativa.