Javier Anso siempre en la memoria de Justicia y Paz

12.11.2024

Nos comunicaban que el 7 de noviembre fallecía Javier Anso en una complicación tras una intervención. Su comunidad marianista no esperaba este desenlace, máxime cuando todo había ido bien y se encontraba en casa reponiéndose.

Ha fallecido un hombre justo y pacífico, no sólo porque fuera secretario general de la Comisión General de Justicia y Paz (CGJP) desde 1986 a 1996, sino porque todo el mundo le recuerda como tal: "La transición era Anso" titula José Joaquín León en el Diario de Cádiz. En este mismo periódico donde él escribía se le destaca por su carácter tolerante, su profundo humanismo cristiano y el compromiso social en su ámbito más cercano. Rescatan un enlace a un artículo suyo en el que afirmaba que "La buena política es una urgencia".

Siempre vinculado a Justicia y Paz, fue un pilar de la Comisión de Cádiz en sus años gaditanos. Después, durante sus años en Cuba, en sus regresos a España siempre se pasaba por la CGJP para saber de nuestras andanzas y recopilar material sobre derechos humanos y doctrina social. Para el actual presidente de la Comisión General, Javier Anso es un gigante de la Justicia y la Paz, un ejemplo en quien mirarse para no equivocar el camino en fidelidad al carisma con el que San Pablo VI fundó Justicia y Paz.

Poco podemos añadir desde Justicia y Paz salvo agradecer el intenso trabajo eficaz, la perseverancia en los momentos difíciles en los que continuó trabajando en funciones para evitar la desaparición de la entidad, la pedagogía compartida en su empeño en formar, en educar para la paz: "Hay que ayudar a los centauros a organizarse. Centauros que se nieguen a permanecer para siempre, fuera del festín de la vida, fuera de los centros donde se toman las decisiones que les afectan a ellos. Centauros que no se resignen a cumplir el papel secundario, y al servicio de «los dioses», que se les ha asignado. Centauros que sepan irrumpir en todos los cenáculos y que, preparados para hacer frente a las flechas y a las palabras, impidan a los dioses de ayer y de hoy "el tener la fiesta en paz"" [1].

A la vez conmovía su sensibilidad de poner en valor lo más bello de lo último, de mirar de otra forma. Todavía disfrutamos en Justicia y Paz la exposición "Hagamos Justicia a África", desde la que se hablaba de la cultura africana en positivo y se promovía su arte del que aprender y con el que colaborar, en lugar de ser siempre los países africanos los destinatarios de nuestras subvenciones. Esto fue en un momento en que se estaba lejos de pensar así.

Enviamos nuestra cercanía y oraciones a la comunidad marianista en la creencia de que él era un bienaventurado feliz, provocador, que es Paz y que está en ella.

Comisión General Justicia y Paz

[1] Teología y catequesis, 19 (1986).