Erradicar la pobreza como objetivo nacional
Según el informe «Portugal, Balance Social 2023», publicado en mayo por la Nova School of Business and Economics, la tasa de riesgo de pobreza en 2023 era del 17%. Esto significa que en Portugal hay cerca de 1,8 millones de personas en riesgo de pobreza. Más de la mitad de las familias pobres tienen ingresos inferiores al 50% de la renta media nacional.
Es bien sabido que la erradicación de la pobreza es una tarea compleja y debe hacerse mediante una intervención coordinada en varios frentes (educación, sanidad, vivienda, políticas de empleo, formación profesional y protección social), con el fin de promover el desarrollo humano integral. Aun así, los autores de este estudio señalan que en 2022 sólo serían necesarios 3.000 millones de euros para sacar inmediatamente a todas las familias de la pobreza en Portugal (el 1,5% del gasto estimado en los Presupuestos Generales del Estado para 2024, a título comparativo).
Pero erradicar la pobreza no es sólo una cuestión de dinero. No se avanzará hacia la erradicación total de la pobreza sin la movilización de toda la ciudadanía, con vistas a construir una sociedad basada en el respeto a todas las personas, la ayuda mutua y la oposición intransigente a todo lo que ponga a alguien en una situación de vida indigna.
El pleno respeto de la dignidad humana sólo está garantizado si, en cada momento, cada persona está en condiciones de honrar su humanidad. Dicho de otro modo, sólo está garantizado si, en cada momento, toda persona está en condiciones de gestionar su vida sin verse constreñida por la necesidad o la extrema vulnerabilidad.
Ante estas cifras, nadie debería permanecer indiferente. En la escena política, la erradicación de la pobreza debe ser asumida en los próximos años como «la» cuestión central de la que depende la construcción de una sociedad más humana, más cohesionada y más próspera. Sólo un consenso sobre el bien común puede provocar una transformación de los paradigmas sociales, económicos y políticos.
Como creyentes cristianos tampoco podemos ser indiferentes a la pobreza. Ya sea con una actuación proactiva contra las situaciones de inhumanidad que encuentran, ya sea contrarrestando los sentimientos de desafección y distanciamiento del prójimo, el compromiso de amar a otras personas debe asumirse como algo central en el proceso de conversión personal y en la vida de las comunidades. No hay amor a Dios sin amor al prójimo.
Las Comisiones de Justicia y Paz de Portugal piden que la lucha contra la pobreza se asuma como objetivo nacional en los próximos años. Debe existir un consenso en torno al respeto de la igualdad de valor y dignidad de cada persona y un consenso en que existen circunstancias que ninguna persona debería tener que soportar.
Nota de las Comisiones de Justicia y Paz de Portugal:
Comissão Nacional Justiça e Paz
Comissão Justiça, Paz e Ecologia da Conferência dos Institutos Religiosos de Portugal (CIRP)
Comissão Diocesana Justiça e Paz de Aveiro
Comissão Arquidiocesana Justiça e Paz de Braga
Comissão Diocesana Justiça e Paz de Bragança–Miranda
Comissão Diocesana Justiça e Paz de Coimbra
Comissão Arquidiocesana Justiça e Paz de Évora
Comissão Diocesana Justiça e Paz de Lamego
Comissão Diocesana Justiça e Paz de Santarém
Comissão Diocesana Justiça e Paz de Setúbal
Comissão Diocesana Justiça e Paz de Viana do Castelo
Comissão Diocesana Justiça e Paz de Vila Real