Día Mundial contra la Trata. Economía sin trata de personas
Promover la autonomía integral de la persona "La trata de personas es una forma de esclavitud que toca de modo especial a las personas más vulnerables de la sociedad. Por ello, es necesario una toma de responsabilidad y la voluntad política para vencerla"
Papa Francisco
La Asamblea General de la ONU, en el año 2013, decretó el 30 de julio como Día Mundial contra la Trata de Personas, con la clara intención de concienciar a las personas y, sobre todo, a los gobiernos acerca de la grave problemática que ha acarreado la expansión de este delito a nivel mundial.
En nuestra sociedad, cada vez se habla y se escucha más sobre el hecho de la trata de personas, pero queda mucho camino por recorrer para que toda la sociedad tomemos conciencia de la complejidad de este hecho y de cómo afecta a la vida y a la dignidad de las víctimas, de su alcance y de la diversidad de situaciones en las que se produce y de cómo quienes la sufren quedan afectadas para toda su vida.
Esta lacra social puede ser padecida tanto por mujeres como por hombres, adolescentes, niñas y niños, con diversidad de fines.
Aparte del negocio que supone la trata, el caldo de cultivo de la misma se da y es favorecido por la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades y, en muchas ocasiones, los conflictos armados son los motores de la trata de seres humanos. Mayoritariamente afecta a personas vulnerables y empobrecidas.
Nos preocupa enormemente que aún exista justificación para algunos tipos de trata, e incluso, que se culpabilice a las víctimas de su situación o que podamos ser cómplices de algunas formas de trata como, por ejemplo, la explotación laboral.
La Trata de Personas incluye diversidad de acciones: captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza y de otras formas de coacción: rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, a concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tiene autoridad sobre otra, con fines de explotación.
Es el negocio de robar la libertad con fines de lucro. En algunos casos, quienes trafican engañan, defraudan u obligan físicamente a las víctimas a la explotación sexual, especialmente a las niñas y mujeres. En otros, se miente, asalta, amenaza o manipula a las víctimas para que trabajen en condiciones inhumanas, ilegales o inaceptables. Es una industria criminal multimillonaria que niega la libertad a millones de personas en todo el mundo. Un ejemplo de esta industria es la extracción de órganos.
Las diferencias básicas entre "tráfico" y "trata" de personas se centran en el consentimiento (que no existe en la trata), la explotación (que no existe en el tráfico) y la trasnacionalidad (que no es necesaria para la trata). Podemos considerar la trata como una importación de personas esclavas, mientras que el tráfico es una exportación de emigrantes.
La trata de seres humanos, enmarcada en este tráfico ilícito de personas, surge como un floreciente negocio que no deja de crecer dentro de la nueva economía global.
Carmen Luisa González, Justicia y Paz Tenerife