Una realidad que no deja de interpelar

18.12.2023

Este artículo se escribe mientras en la Unión Europea se suceden reuniones,  a contrarreloj, a fin de cerrar el Plan Europeo de Migración y Asilo bajo la presidencia española del Consejo de la Unión- Un Plan controvertido al menos en cuatro aspectos: 

1) La gestión de las llegadas de las personas solicitantes de asilo mediante procedimientos exprés escasamente garantistas; 

2) El respeto a los principios de intimidad y protección de la propia imagen y los datos personales y muy especialmente las de menores; 

3) Un mecanismo de solidaridad entre estados miembros para la reubicación (o en su defecto pago) de aquellas personas que exceden la capacidad de recepción de los estados miembros;

4) El papel de frontex (la agencia europea de fronteras) y de las políticas con los terceros estados (para externalizar la tramitación de solicitudes, para aceptar aquellos que han sido devueltos desde la UE o para tramitar ellos mismos solicitudes de asilo si son considerados países seguros de tránsito).


Las políticas basadas principalmente en el control de la migración no son la solución.

Mientras tanto, en el Reino Unido vuelve a tomar fuerza la iniciativa de deportar a Ruanda (considerado como país seguro) a todas aquellas personas cuyas solicitudes de asilo no sean aceptadas, o de mantener bajo encierro, en el barco Bibby stocholm, a solicitantes de asilo mientras se procesa su solicitud. No menos importante, las guerras de Rusia y Ucrania, la invasión de la franja de Gaza por Israel, la guerra en Yemen, el conflicto no resuelto en Siria, demuestran, de una parte, que las crisis humanitarias siguen en auge. Buena prueba de ellas es la incesante llegada de personas a las fronteras exteriores de la Unión buscando un mejor futuro. De otra parte, muestran los diferentes raseros que utiliza la Unión Europea en el tratamiento a las personas migrantes según su procedencia, pero lo que la realidad demuestra de una manera tozuda año tras año, vez tras vez, es que las políticas basadas principalmente en el control de la migración no son la solución.

Entonces, si no son la solución ¿por qué siguen aplicándose? Principalmente por razones electorales. Las elecciones europeas se celebran en el próximo mes de junio y es necesario aplicar una política de mano dura por parte de conservadores y socialistas para desincentivar el voto de la extrema derecha pero también para evitar la instrumentalización de la migración que países como Rusia, Bielorrusia o Marruecos realizan (por eso, en este último caso, es importante para la UE el pacto europeo de migración y asilo)

Es importante recordar y hacer constar que ninguno de los países de la UE sigue sin ratificar la Convencion internacional para la protección de las y los trabajadores migrantes y sus familias y que las visitas del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de migrantes y sus informes y resoluciones, a menudo, caen en saco roto.

Una llamada a la convivencia

La instauración de un plan que pueda comprometer los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas, no debería contemplarse, ni siquiera firmarse porque entre otras cosas envía un mensaje desalentador y contribuye a la propagación de sentimientos y acciones xenófobas.

Ante la llegada de personas migrantes, es necesario crear espacios de convivencia y de intercambio entre estados miembros, teniendo en cuenta dos aspectos: En primer lugar, que las sociedades de destino cada vez son más superdiversas, es decir, que no está tan claro que haya una cultura predominante sobre otras y en segundo lugar, que es necesario reforzar lo comunitario frente al miedo y el individualismo. En este sentido, la película "The old oak" (el viejo roble) aporta una serie de claves muy importantes para crear marcos de convivencia en entornos fragilizados, entre ellas destacamos estas tres: la importancia de escuchar y ver al prójimo como persona; la importancia de empatizar con su historia y la importancia de ser audaz para dar pasos que rompan inercias y bucles que no ayudan a crecer.



La Iglesia- y cuando decimos iglesia, decimos comunidad- está llamada a ser una Iglesia "en salida, está llamada a una resistencia profética que se opone contundentemente a todo aquello que destruye la dignidad humana


Una Iglesia en salida profética

No quisiéramos cerrar esta reflexión sin dejar de recordar que el pasado 24 de noviembre se cumplían diez años de la publicación de Evangelii Gaudium, considerado como el primer documento del Magisterio del papa Francisco e identificada como una Exhortación Apostólica programática en la que el santo Padre insiste en la urgente transformación misionera, la inclusión social de las gentes pobres, la búsqueda del bien común y el diálogo social, entre otros temas de gran interés.

Señalemos aquí como colofón de esta reflexión, con ocasión del día internacional de las personas migrantes, algunos elementos clave que Evangelii Gaudium aporta. La Iglesia- y cuando decimos iglesia, decimos comunidad- está llamada a ser una Iglesia "en salida", esto significa que, ante la realidad descrita en las líneas de este artículo, debe, la Iglesia tomar iniciativas sin miedo, saliendo al encuentro, propiciando reflexiones y actuaciones que huelan a evangelio, a calle, a pueblo y no a escritorio. En otras palabras, ante la realidad histórica que nos corresponde, la Iglesia debe abandonar sus propias comodidades y lanzarse a emprender el camino hacia las fronteras, las periferias (internas y externas) para habitar allí donde están los y las preferidas del Reino, manteniendo las puertas de la casa siempre abiertas.

Al mismo tiempo, la iglesia está llamada a una resistencia profética que se opone contundentemente a todo aquello que destruye la dignidad humana. La Iglesia, como señala el papa Francisco en la Evangelii Gaudium, está llamada a crear espacios que propicien nuevas mentalidades, es decir, espacios que ayuden a cambiar el paradigma de un individualismo que nos hace sordos y ciegos ante el clamor de las gentes más débiles, por un paradigma más comunitario, donde se prioriza la vida y el bien común. Este cambio de paradigma, conduce irremediablemente a liderar procesos que deriven en nuevas estructuras sociales, dando paso a la escucha, la diversidad, la convivencia, el respeto por la dignidad de la persona.

Que la conmemoración de este día internacional nos haga centrar la atención, enfocar la mirada y actuar con valentía profética enfrentando una realidad que no deja de interpelarnos.

Jennifer Gómez Torres, Cáritas Española

Emilio J. Gómez Ciriano, Responsable DDHH Justicia y Paz