Llamamiento a un valiente compromiso de Europa en las próximas Cumbres del Clima y la Biodiversidad de la ONU
Declaración de Justicia y Paz Europa ante las próximas Cumbres sobre el Cambio Climático (COP 26, Glasgow) y la Biodiversidad (COP 15, Kunming)
1. El pasado 9 de agosto de 2021, el Grupo de Trabajo I del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) publicó un informe en el que se responsabiliza a la humanidad del cambio climático y del aumento de los fenómenos meteorológicos extremos. La vida de las personas, de todos los seres vivos y de sus ecosistemas se verá seriamente afectada si no se reduce el aumento de la temperatura media anual del planeta de manera urgente. Las próximas cumbres de Glasgow y de Kunming deberían ser un punto de inflexión en la habitabilidad del planeta para todas las personas que viven en él, así como para las generaciones futuras.
2. Estas cumbres deben permitir una mejor comprensión, así como el inicio de la corrección de "las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y de los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente" [1]. Si el calentamiento global continúa aumentando a la misma velocidad, seremos testigos de un severo cambio climático y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas. Esto tendría graves consecuencias para toda la humanidad, pero especialmente para las personas más pobres y vulnerables.
3.1 que se tomen medidas eficaces para proteger y mejorar todos los ecosistemas terrestres, pues la salud del planeta depende de ellos;
3.2 que la Unión Europea y sus Estados miembros demuestren un compromiso firme en estas cumbres y que promuevan acciones valientes y generosas para el bien común global y no sólo para su propia ciudadanía;
3.3 que se llegue a un acuerdo urgente en las reducciones de emisiones de CO2 hasta niveles que garanticen la salud del planeta para hoy y las generaciones futuras, que permitan no superar los 1,5° C;
3.4 que se reconsidere la compra de certificados de emisión de CO2 a terceros, ya que esta práctica continúa favoreciendo a los países con mayor poder adquisitivo en detrimento del resto;
3.5 que se fomenten los sumideros naturales de CO2 mediante la protección de los bosques y los océanos, así como con la promoción de la reforestación;
3.6 que se escuche la voz de todos los países en la toma de decisiones, especialmente la de aquellos países, pueblos o grupos más afectados por el cambio climático;
3.7 que se tomen medidas concretas para establecer plazos de
descarbonización en los procesos de producción en todos los sectores y niveles;
3.8 que se ponga fin a la publicidad verde engañosa y que se elimine el "ecopostureo";
3.9 que se haga una diferencia en la reparación de los daños causados, pues en la Cumbre de la Tierra de Río en 1992 quedó constancia de que no todos los países han contribuido en la misma proporción a la destrucción del medio ambiente y que, hasta ahora, los Estados ricos no han alcanzado el objetivo de 100 000 millones de dólares para financiar la lucha contra el cambio climático;
3.10 que todos los acuerdos sean obligatorios y que incluyan regulaciones, plazos y sanciones claros para aquellos países o empresas que no acaten las normas.
4. También hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía para que reflexione sobre esta situación y las amenazas existenciales hacia la tierra, la biodiversidad y la vida en todas sus formas. Es necesaria una mayor sensibilización para que, tanto en el plano individual como a través de las asociaciones, actuemos y desarrollemos "la capacidad de salir de sí hacia el otro. Sin ella no se reconoce a las demás criaturas en su propio valor, no interesa cuidar algo para los demás, no hay capacidad de ponerse límites para evitar el sufrimiento o el deterioro de lo que nos rodea. [...] Cuando somos capaces de superar el individualismo, realmente se puede desarrollar un estilo de vida alternativo y se vuelve posible un cambio importante en la sociedad" [2].
Lovaina, 4 de octubre de 2021
Asamblea General de Justicia y Paz Europa
[1] Discurso del Santo Padre Benedicto XVI al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede (8 de enero del 2007)[2] Carta encíclica Laudato si' del papa Francisco. 2015, n° 208.