La elección del gobierno laborista anuncia una nueva era en la postura de Australia sobre el desarme nuclear y la no proliferación. Mientras que el gobierno anterior rehuyó el Tratado de la ONU sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, el Partido Laborista australiano se ha comprometido a firmarlo y ratificarlo en el gobierno. Los últimos sondeos demuestran que ¾ de la población australiana apoya esta medida.
El Primer Ministro Anthony Albanese es un defensor desde hace tiempo del desarme nuclear y la no proliferación, inspirado por su difunto mentor Tom Uren, un antiguo ministro laborista que presenció el bombardeo atómico de Nagasaki como prisionero de guerra. Al proponer la resolución de compromiso con el tratado en 2018, dijo que la nueva política es "el Laborismo en su mejor momento" y que "el desarme nuclear es un asunto central para cualquier gobierno laborista que se precie". En 2016 Albanese lanzó el Fondo Conmemorativo Tom Uren con ICAN, y ha hablado en apoyo del tratado en el parlamento, en eventos públicos y en manifestaciones desde su negociación en 2017.
La mayoría de los nuevos miembros del gobierno han firmado el compromiso parlamentario de ICAN de trabajar para que Australia firme y ratifique el Tratado. Ha sido respaldado por dos docenas de sindicatos, incluido el máximo organismo nacional, el Consejo Australiano de Sindicatos. Las ramas laboristas de Victoria, Tasmania, el Territorio de la Capital Australiana, Australia del Sur, el Territorio del Norte y Australia Occidental, así como más de 50 ramas locales, han aprobado mociones en las que declaran su apoyo y piden a Australia que se sume a la prohibición sin demora. Muchos han pedido que la firma y la ratificación se realicen en el primer mandato del nuevo gobierno.
Tras una decisión del Parlamento australiano, la firma y la ratificación del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares pueden proceder ahora bajo el Gobierno laborista de Albanese. Fuente ICAN
