La Segunda Reunión de los Estados Parte del TPAN acuerda que el problema es la disuasión nuclear

05.12.2023

La Segunda Reunión de los Estados Parte del TPAN ha concluido con éxito y ha acordado que la disuasión nuclear es un problema de seguridad importante, que requiere la atención urgente de la comunidad internacional, que se necesita más investigación sobre los impactos de las armas nucleares, y que los daños causados por el uso y las pruebas de armas nucleares requieren una atención continua.

94 países participaron en la reunión como Estados Parte u observadores, incluidos algunos que actualmente respaldan el uso de armas nucleares en sus doctrinas de defensa. Estos países participaron en un debate intenso e interactivo durante la semana, adoptando una declaración política y un paquete de decisiones.

La disuasión nuclear es una causa de inestabilidad e inseguridad mundial

Una de las decisiones adoptadas incluyó, por primera vez, un acuerdo para trabajar conjuntamente con el fin de cuestionar las falsas narrativas de la disuasión nuclear. Los Estados Parte encomendaron a los Estados, al Comité Internacional de la Cruz Roja y a ICAN, así como a otras partes interesadas y expertos, "Cuestionar el paradigma de seguridad basado en la disuasión nuclear poniendo de relieve y promoviendo nuevas pruebas científicas sobre las consecuencias y los riesgos humanitarios de las armas nucleares y yuxtaponiéndolas a los riesgos y supuestos inherentes a la disuasión nuclear".

Sigue existiendo una brecha informativa entre lo que ocurriría realmente como resultado de una guerra nuclear y las políticas de los Estados con armas nucleares y sus aliados, y los esfuerzos para salvar esta brecha son responsabilidad principal de aquellos cuyas políticas incluyen el uso de armas nucleares.


Los nuevos datos sobre el impacto de las armas nucleares exigen la actuación de la comunidad mundial

Durante la reunión también se presentaron nuevas investigaciones, como que se conocen mucho mejor los efectos en cascada sobre el suministro de alimentos, el sistema financiero y el abastecimiento energético, que nos ayudan a predecir mejor los efectos probables de las detonaciones nucleares.

Se entendió que la investigación por sí sola no puede reducir los riesgos de las armas nucleares, pero que puede informar al público y a los responsables políticos sobre los daños existentes en sus arsenales o doctrinas de seguridad.

Además, el Grupo de Asesoramiento Científico presentó los resultados de investigaciones que demuestran que la eliminación de las instalaciones de armas nucleares es posible y que hay formas de lograr la conversión de las instalaciones para uso civil y de desarrollar procesos para el control de armas, como el recuento de armas y la autentificación de ojivas.

Es importante destacar que el Grupo Consultivo Científico también solicitó un nuevo estudio de la ONU sobre las consecuencias de la guerra nuclear, dado que los últimos estudios exhaustivos se realizaron a finales de los años ochenta.

Centrarse en las comunidades afectadas

Los Estados escucharon el testimonio de miembros de las comunidades afectadas por el uso, los ensayos y el desarrollo de armas nucleares, así como sus llamamientos para que los gobiernos reconozcan los daños que causaron a la población, especialmente a los pueblos indígenas.

También escucharon los esfuerzos realizados hasta la fecha para reparar los daños que han dejado cicatrices en las personas y la tierra, así como para abrir los registros oficiales y realizar más investigaciones sobre las repercusiones de las armas nucleares en la salud y el medioambiente.

Estas personas representantes, apoyadas por la sociedad civil en general, pidieron que se limpien y reparen las tierras -a través de los artículos 6 y 7 del TPAN-, en las que deben participar los pueblos indígenas como propietarios tradicionales, y que se investigue el impacto de las armas nucleares en el patrimonio cultural inmaterial.

Una declaración conjunta respaldada por 26 organizaciones comunitarias afectadas por las armas nucleares y apoyada por otras 45 organizaciones aliadas afirmaba: "Tenemos el derecho y la responsabilidad de hablar de lo que realmente hacen las armas nucleares... Pedimos a los Estados Partes en la TPNW que presionen sin descanso para su universalización".

Otras partes interesadas

Una delegación de 23 parlamentarios de 14 países, en su mayoría de países que aún no han firmado el Tratado, se reunió al margen de la conferencia y emitió una declaración en la que denunciaba las amenazas nucleares e instaba a los gobiernos a firmar y ratificar el Tratado urgentemente.

La comunidad financiera también estuvo presente y emitió una declaración conjunta de más de 90 inversores, que representan más de 1 billón de dólares en activos gestionados, en la que se anima a los Estados a colaborar con la comunidad financiera para seguir reforzando las normas y objetivos del Tratado, entre otras cosas poniendo fin a las relaciones de financiación con la industria de armas nucleares.

A lo largo de la semana se celebraron más de 65 actos paralelos a la reunión, como exposiciones de arte, conciertos, mesas redondas y entregas de premios, entre otros.

La Tercera Reunión de los Estados Parte en el Tratado tendrá lugar del 3 al 7 de marzo de 2025 en Nueva York.

Noticia ICAN