Conferencia sobre el Futuro de Europa: Educación hacia una cultura de paz

La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá [...] el mantenimiento de la paz." (DU DDHH, párrafo 2 del artículo 26).

Hoy en día, el mundo se encamina hacia una renovada competencia de grandes potencias que se manifiesta de diferentes formas: guerras comerciales, campañas de desinformación y guerra híbrida. Las lagunas en el control de las exportaciones de armas, la continua posesión y modernización de arsenales nucleares y un gasto militar, cada vez mayor, fomentan aún más los temores y alimentan las inestabilidades.

Las principales amenazas para la vida y la seguridad no provienen solo de medios militares, como lo demuestra la COVID-19. La pobreza extrema, el aumento de las desigualdades socioeconómicas, el acceso restringido a los recursos naturales, así como el avance de la degradación medioambiental, hacen imposible la consecución de una auténtica paz. En varios países europeos ganan terreno peligrosos fenómenos como la xenofobia, la hostilidad contra las personas inmigrantes y refugiadas, o la polarización de la sociedad.

La Unión Europea nació como un proyecto de paz y de reconciliación. En la actualidad, los países europeos pueden elegir un camino que alimente la confrontación, o una senda que busque la paz. La educación hacia una cultura de paz como aprendizaje permanente permite entender sus ventajas y optar por ellas, a fin de lograr un desarrollo integral de las personas, los pueblos y la casa común.