Ecología en tres dimensiones
La Laudato si' está dirigida a cada persona que habita este planeta y llama al compromiso en tres ámbitos: individual, social y político. Aparecen también tres aspectos que se repiten en su texto al referirse al compromiso generacional, a la ecología integral, y a la globalidad que conecta todo: lo que hacemos, lo que somos y nuestra relación
con lo que existe.
Pero el aspecto más importante de las tres dimensiones es la ecología trinitaria que suscita la importancia de la comunidad universal para actuar en el mundo, preservando
la vida: El Padre es la fuente última de todo, fundamento amoroso y comunicativo de cuanto existe. El Hijo, que lo refleja, y a través del cual todo ha sido creado, se unió a esta tierra cuando se formó en el seno de María. El Espíritu, lazo infinito de amor, está íntimamente presente en el corazón del universo animando y suscitando nuevos caminos. El mundo fue creado por las tres Personas como un único principio divino, pero
cada una de ellas realiza esta obra común según su propiedad personal. Por eso, «cuando contemplamos con admiración el universo en su grandeza y belleza, debemos alabar a toda la Trinidad» (LS 238).
Estructuramos esta publicación en base a tres dimensiones. El tiempo, lo representa el Padre, con su presencia en todas las generaciones y relaciones filiales; el ser, lo representa el Hijo, que refleja al Padre y se presenta como el «camino, la verdad y la vida», el ser integral; y el espacio, lo representa el Espíritu, con la multitud de culturas, formas, aromas, expresiones, etc. pero con el mismo deseo del «buen vivir».
Si no perdemos nuestra esencia social, natural y espiritual será más sencillo «ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud» (LS 53).